En todo el territorio nacional surgió un sentimiento de oposición
al militarismo extranjero, personificado en Juan José Flores. En 1.833,
en Quito se fundó la sociedad antifloreanista llamada “El Quiteño
Libre”, siendo su personaje más destacado, Pedro Moncayo, quien
redactaba un semanario que atacaba sistemáticamente a Juan José Flores.
Paralelamente,
Vicente Rocafuerte, en calidad de diputado por Guayas, atacaba
fuertemente al gobierno, por lo que fue conminado al destierro, ante lo
cual se atrincheró en Guayaquil, recibiendo el respaldo popular.
Flores
organizó sus tropas y avanzó sobre Guayaquil, por lo que Rocafuerte se
refugió en la Isla Puná. Finalmente, en 1.834, Flores apresó a
Rocafuerte, mientras que en Quito, José Félix de Valdivieso se sublevaba
reclamando el poder.
Flores y Rocafuerte acordaron alternarse en
el poder, por ello Rocafuerte se convirtió en Jefe Supremo. Flores, por
su parte, derrotó a las fuerzas de José Félix de Valdivieso en la
Batalla de Miñarica (Sur de Ambato).
Rocafuerte, convertido
en Jefe Supremo, convocó a una Asamblea Constituyente, la misma que
redactó la Segunda Constitución y nombró a Vicente Rocafuerte, como
Presidente de la República y a José Joaquín de Olmedo, como
Vicepresidente.