Respuesta :

En la Historia de la Argentina se conoce como el Período de la Independencia al transcurrido entre la Revolución de Mayo de 1810 y la Anarquía que disolvió todas las autoridades nacionales, en el año 1820.1 2Durante este período, las Provincias Unidas del Río de la Plata —nombre inicial de la actual República Argentina—iniciaron su existencia como país soberano, la sostuvieron exitosamente por medio de una prolongada Guerra de Independencia y declararon su independencia. Pero también durante este período fracasaron en darse un gobierno central y una constitución que fueran aceptados por todas sus provincias en forma permanente.3Fue también durante este período que varios territorios que habían formado parte del Virreinato del Río de la Plata se separaron definitivamente de la Argentina: el Paraguay, por haber sostenido su propio proceso independentista;4 el Alto Perú, por continuar bajo poder español, del que más tarde se independizaría como República de Bolivia; y la Banda Oriental, por haber caído bajo el poder de Portugal, que lo heredaría al Brasil, del cual se independizaría como República Oriental del Uruguay.5El inicio del período se establece el 25 de mayo de 1810, fecha de la creación del primer gobierno de las Provincias Unidas, y el final el 11 de febrero de 1820, día en que renunció el último Director Supremo, José Rondeau y se disolvió elCongreso Nacional.1A lo largo del siglo XVIII, los cambios políticos llevados adelante por la Casa de Borbón en el Imperio Español transformaron las dependencias americanas, hasta entonces "reinos" relativamente autónomos, en colonias enteramente dependientes de decisiones tomadas en España en beneficio de España.6 Entre estas medidas se contó la fundación del Virreinato del Río de la Plata en 1777, que reunió territorios dependientes hasta entonces al Virreinato del Perú, y dio una importancia singular a su capital, la ciudad de Buenos Aires, que había tenido escasa importancia hasta ese momento.7La victoria porteña en las invasiones inglesas determinó el surgimiento de una conciencia política que llevaría a la Independencia del antiguo Virreinato del Río de la Plata.El 25 de junio de 1806 se iniciaron las invasiones inglesas, cuando una fuerza de mil seiscientos ingleses desembarcó en las costas de Quilmesy dos días después ocuparon Buenos Aires. El virrey Rafael de Sobremonte se retiró hacia el interior del país a organizar tropas para la reconquista, pero en Buenos Aires el gesto fue interpretado como una huida. Cuando el 12 de agosto una fuerza compuesta por milicianos criollos y un ejército regular acorralaron y vencieron a los ingleses, el virrey fue suspendido en sus funciones militares y se le impidió regresar a la capital.8Ante la inminencia de una nueva invasión, el coronel Santiago de Liniers —a cargo del ejército— organizó y adiestró una nutrida fuerza de milicias. El 3 de febrero del año siguiente, la ciudad de Montevideo fue ocupada por los ingleses, aumentando el descrédito de Sobremonte: un cabildo abierto lo depuso y lo reemplazó por Liniers. Era la primera vez en la historia colonial española que un virrey —representante directo del rey de España— era depuesto por el pueblo.n. 2 8El 28 de junio, 9000 británicos desembarcaron cerca de Buenos Aires. Las milicias porteñas fueron incapaces de impedir su avance a campo abierto, pero destrozaron el ejército invasor dentro de la ciudad. Los invasores capitularon el 7 de julio, abandonando poco después el Río de la Plata.8Las invasiones inglesas mostraron el éxito de la población local en la defensa de sus colonias, algo en lo que había fracasado la metrópoli. El virrey Liniers fue confirmado en el cargo por el rey, con lo que —a ojos de los porteños— confirmaba su derecho a deponer a las autoridades.8Durante los tres años siguientes, tanto Liniers como su sucesor, Baltasar Hidalgo de Cisneros, se verían obligados a negociar sucesivamente con los jefes de las milicias, con los comerciantes y con el cabildo de Buenos Aires las políticas que aplicaban.9 El primer día de 1809, los españoles peninsulares quisieron imponer una Junta de Gobierno que los repusiera en el centro del sistema social y político, cuestionado a partir de las invasiones inglesas; su fracaso confirmó la preeminencia política de los